miércoles, 23 de marzo de 2011

MALDITITO

No siempre la paz se ha acercado con sigilo hacia aquella unión,
y como un lagarto desesperadamente hambriento,
como un animal inconsciente de su furia,
he destrozado la promesa de tu piel en medio de las camas y los días.

Pero un destello, pero una sola palabra, pero acaso un grito,
como un golpe certero en medio de mis ojos, te entrego.
Un puñal de mi sangre en tus manos, un ataud lleno de piedras vacías.

Hoy no será festín, esta noche intoxicada de silencio,
ya el veneno de tu guerra flota en mi sombra,
ya el hombre que he sido muere en las escamas del lagarto,
como una emergencia de lo desecho, como un tributo a lo podrido.

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